Beth O'Leary - Piso para dos | Reseña

 

Autor: Beth O'Leary.

Título: Piso para dos. 

Género: Romance, contemporáneo.

Número de páginas: 494.

Formato: Rústica, tapa blanda. 

Editorial: Suma de letras.  

Saga: Autoconclusivo.

Fecha de publicación: Junio 2019 (español) y abril 2019 (inglés).

    Tiffy Moore, luego de una desastrosa relación de terminar y regresar, parece resignada a que este es el fin de su relación con Justin. Lamentablemente, además de tener el corazón malherido, también lo encuentra, literalmente, desamparado porque está obligada a mudarse de la noche a la mañana sin un céntimo para una vivienda decente en el ajetreado Londres. 

    Luego de una exhaustiva búsqueda, encuentra una oferta poco común de un joven enfermero con turnos nocturnos: Compartir la habitación y su única cama, en momentos distintos del día. 

    Tiffy, desesperada, decide aceptar la propuesta, por lo que empezó una extraña convivencia con Leon, con quien tuvo como único medio de comunicación común una serie de Post-its que dejaban por la casa durante sus respectivas estadías. Así, aún sin haberse visto, con el tiempo fueron desarrollando una amistad que poco a poco fue convirtiéndose en algo más. 

    Esta historia fue muy bonita. No voy a pretender que fue el siguiente ganador del nobel, pero sí fue muy tierna y me hizo sonreír como tonta muchas veces. 

    Me llamó muchísimo la atención toda la dinámica de cohabitar sin convivir, y el hecho de que la comunicación entre Tiffy y Leon se desarrolló por post-its por MESES. Además, me gustó mucho que en sus mensajes podías perfectamente sentir la personalidad de cada uno. 

¡Me alegro de haberla visto ayer! Dice que te estoy cebando con tantos pasteles. Como me hizo prometer que a partir de ahora canalizaría mi caos emocional en alternativas más saludables, he preparado brownies de algarrobas y dátiles. Lo siento, están asquerosos. 

    Tiffy es un personaje tan divertido y auténtico, que se sintió muy ligera y entretenida de leer. También me gustó mucho que tanto ella como Leon se sentían realistas e imperfectos. Ambos tenían cosas buenas, malas, con recuerdos tanto bonitos como desagradables. 

    Uno de los puntos positivos, a mi parecer, fue toda la trama sobre Richie y sus audiencias. Me gustó mucho porque me hacía sentir que Leon no era un personaje vacío con el único propósito de vivir para Tiffy, sino que era una persona real, que sufría, lloraba, y que incluso necesitaba ayuda en ocasiones. 

    Lo único que no me gustó (nada) fue la inconsistencia en la narración. La novela está narrada en primera persona, con tanto Tiffy como Leon como narradores, alternándose entre sí. La cosa es que los diálogos de Tiffy estaban escritos como una novela normal, con rayas de diálogo, mientras que los de Leon estaban escritos como las novelas clásicas de antaño, donde se narraba como: "MACBETH: Ser lo que soy es nada si no lo soy a salvo". 

    Al principio pensé que la inconsistencia era a propósito para darle a entender al lector que Leon tenía algún tipo de discapacidad. Llegué a pensar que era sordo y que por eso presentaba los diálogos así, hasta que en una parte él llama por teléfono a alguien. Luego pensé que a lo mejor era autista, y que los diálogos estaban de esa forma porque él no comprendía del todo las reacciones de la gente a su alrededor (llegué a unas dos terceras partes del libro con esta teoría).

    Pero no, Leon era una persona promedio sin ningún tipo de discapacidad o situación que justificase el que no pudiera usar una raya de diálogo como Dios manda. 

    No solo me molestó que se cambiara la forma de narrar los diálogos, sino también me distraía, porque me la pasé pensando inconscientemente en por qué otra razón lo habrían escrito así. 

Tiffy, de inmediato: La nota predominante es la roza, luego el amizcle y luego el clavo. Lo cual significa, según mi madre... "esperanza, fuego, fortaleza".

    Otra cosilla que no me gustó mucho fue que me dio la impresión que a Tiffy realmente no le caía nada bien su amiga Gerty, a pesar de que ella se preocupa genuinamente por ella e incluso aceptó trabajar gratis con el único fin de hacer feliz a su amiga. Me hacía un poco infeliz ver que, a pesar de lo mucho que Tiffy decía querer a sus amigos, parecía quererlos a todos menos a ella. Pero a lo mejor y sólo fui demasiado sensible. 

Bella Swan, para tratarse de una mujer que dice ser tan poco atractiva, tiene mucho éxito. Por lo visto, hasta el último hombre del libro menos su padre está enamorado de ella. 

    Pero dejando eso de lado, la historia fue muy amena y divertida. Me gustó mucho cómo se relacionaban entre sí, las bromas que se jugaban y cómo sus reaccionaban a las situaciones que enfrentaban, como personas reales de carne y hueso. 

    Y, bueno, la química entre ambos también fue exquisita. Me quedé muy satisfecha y agradecida.